Otitis serosa

¿Qué es?

La otitis serosa (OS), también llamada secretora, seromucosa o derrame de oído medio, consiste en un acumulo de secreción en el interior del oído medio de consistencia variable, con membrana timpánica íntegra y sin signos a la exploración o en la clínica de otitis aguda (dolor, pus…)

¿Cuáles son sus causas?

El oído medio es una pequeña cavidad separada del exterior por la membrana timpánica. En su interior están los huesecillos del oído que transmiten y amplifican el “sonido”. En la parte inferior está la trompa de Eustaquio (conducto que comunica el oído con la parte superior de la garganta), cuya función es airear-ventilar el oído y drenar sus secreciones.

Cuando empeora la aireación o ventilación del oído por inflamación de la trompa, se forma la secreción.

Los niños tienen una trompa más estrecha y padecen más resfriados, lo que explica la mayor incidencia de otitis. Más de la mitad de los niños pasarán antes de los 6 años de vida algún episodio de OS (habitualmente transitorio y asintomático). Está en discusión el papel de las adenoides (vegetaciones) en la OS.

Cuáles son sus síntomas?

No es muy expresiva. La OS es a menudo asintomática.

Se debe de pensar en una OS ante :

  • la sospecha de una pérdida auditiva,
  • dolores de oído (otalgias) repetitivos de corta duración que mejoran sin tratamiento
  • otitis agudas frecuentes con o sin supuración (el derrame persiste entre episodios y se infecta).

La OS crónica a largo plazo puede originar secuelas irreversibles en el oído medio (perforaciones, fibrosis, quistes…), con la consiguiente pérdida de audición.

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¿Cómo se diagnostican?

El diagnóstico de la otitis serosa se efectúa mediante la visualización de la membrana timpánica por otoscopia, o mejor si es posible, mediante el microscopio. Esto nos permite ver la severidad de la OS y hacer una valoración pronostica.

Cuando sea posible, se completará el diagnóstico con una valoración de la audición (audiometría), y de la movilidad de la membrana timpánica (impedanciometría) que ayuda a confirmar el diagnóstico.

Cuál es el tratamiento?

Inicialmente el tratamiento será medicamentoso (sólo los antibióticos y corticoides han demostrado ser útiles). Se recomiendan controles periódicos durante unos meses esperando su curación espontánea, curación que se da habitualmente cuando llega el “buen tiempo”.

Si no es así, estaría indicada la colocación de tubos timpánicos para la aireación del oído medio (drenajes), que con frecuencia se asocia a adenoidectomía (extirpación de los adenoides).

Cómo evolucionan los niños operados?

Los niños con tubos timpánicos no los notan. Hacen vida normal durante los meses que llevan los tubos y deben evitar la entrada de agua en los oídos. Un 5% aproximadamente presentaran supuración del oído del tubo, bien por entrada de agua o por procesos catarrales.                                                                                                                                                     Deberá acudir a controles con su otorrinolaringólogo de manera periódica (cada 2-3 meses) para controlar la evolución del proceso, o cuando surja cualquier alteración inesperada.